No estoy segura de cual sería el provecho de escribir por acá, ni lo productivo o fiable de expresar casi todo lo que simplemente no me deja vivir. Diría que este es el último recurso y no tengo idea de por qué lo hago; probablemente es la osadía con la que se antepone mi vencida alma por aferrarse a la "vida". En fin, como sugiere el título; soy una chica transgénero de closet (no transexual) de 30 años y, francamente, mi día a día es un motivo nuevo para dejar de verlo. Hay demasiado detrás de todo esto, con muchas historias a lo largo de mi vida que potencian aun más mis casi nulos deseos de seguir, incluídas las más fuertes de las decepciones que un hostigado ser humano podría experienciar. He sido maltratada y castigada gratuitamente cuando intenté dar lo mejor de mí incluso sin dejar de sufrir por mi disforia de género. No me interesa vivir, lloro cada vez que puedo, me retuerzo por las noches a causa de un dolor que percibo entre el estómago y el pecho que es indescriptible a través de palabras si no has sufrido lo que yo catalogaría como el más puro e intenso dolor del alma propiamente dicha. Entre suspiro y suspiro, estoy aquí, respirando sin juicio, hasta que en determinado momento pueda pensar más en mí misma y tomar la fatídica decision de dejar de sentir toda esta discordia que siento. Sé de antemano que, si recibo respuestas, serán del tipo que siempre valoré, pero que también siempre fui incapaz de asumir como posibles razones para seguir adelante. No pretendo nada, siento que mi abismo personal es lo suficientemente profundo como para contemplar "soluciones". Gracias por leer.